El viaje más bonito que he hecho hasta ahora, sin duda. Ha sido una experiencia sin igual, cansada pero reconfortante. Todos los días hemos encontrado algo nuevo que nos ha impresionado. Hemos visto glaciares, volcanes, campos de lava, fiordos, montañas alucinantes, acantilados, cascadas impresionantes, pueblecitos preciosos, fumarolas, cráteres con barro hirviendo, lagunas de aguas termales, lagos, renos, focas, ballenas, delfines, frailecillos, muchos caballos y ovejas, cisnes, gaviotas, carreteras interminables, prados extensísimos, desembocaduras de ríos vastísimas con sus meandros, bloques de hielo en el mar...sigo?
Mi viaje ha transcurrido desde Keflavik hasta Akureyry, unos 1200kms de asfalto y caminos por el sur, este y norte del país, pasando por las ciudades de Grindavik, Selfoss, Hella, Vik, Hofn, Djupivogur, Egilsstadir, Reykjahlid, Húsavik y Akureyry, además de otras pequeñísimas poblaciones como Kirkjubaejarklaustur (impronunciable), Skaftafell, Statafell o Modrudalur.
Las etapas han sido: Keflavik-Grindavik, Grindavik-Hella, Hella-Vik, Vik-Kirkjubaejarklaustur, Kirkjubaejarklaustur-Skaftafell, Skaftafell-Vagnsstadir, Vagnsstadir-Statafell, Statafell-Melshorn, Melshorn-Jovegur, Jovegur-Dettifoss, Dettifoss-Laugar, Laugar-Akureyri. Más o menos nos ha salido una media de 100 kms diarios con etapas de unos 120 kms.
Hemos hecho noche en campings, bed and breakfast, youth hostel y al aire libre sin problemas y a unos precios muy asequible: campings 1000-1500 kr/noche, bed & breakfast 5000 kr/noche. Decir que los campings en Islandia no son como en España, a veces son prados habilitados por los granjeros o habitantes de los pueblos con instalaciones mínimas, módulos de ducha y aseo pequeños y nada más (a veces cocina). En algunos tienes que pagar por la ducha de agua caliente (recomendado jajajaja).
Los lugares que más me han impactado han sido: glaciar Vatnajokull (el más grande de Europa y el tercero del mundo), Jökulsárlón (impresionante los bloque de hielo en el mar), Skogarfoss, Dettifoss, Mödrudalur, lago Myvatn y su entorno (fumarolas y barro hirviendo) y los campos extensísimos de lava, además de las ciudades de Akureyry y Húsavik. También los fiordos y la variedad de aves que encontramos en el camino.
Hemos rodado a una media de unos 100 kms diarios por la 1, la Ring Road, principal carretera del país que se convertía en camino en algunos tramos. El perfil es llano en la mayoría del camino aunque ya en la parte este había pequeñas subidas que se hacían más pronunciadas más avanzado el trayecto y por la parte norte del país (más montañosa). Sin embargo, a pesar del perfil, si el viento soplaba fuerte y en contra o de costado, era como subir un puerto de primera categoría. También hemos tomado caminos para acercarnos a determinados puntos de interés y en los que la travesía se hacía más dura. Las bicicletas se han portado de maravilla y no ha habido ninguna avería seria, a pesar de ir bastante cargados en algunas ocasiones.
Los precios no son excesivamente caros aunque más que en España. Los autobuses si que lo son y te hacen pagar unos 20€ por transportar la bicicleta. Yo cambié 600€ y me dió para todo, incluído el bus de vuelta. Se puede pagar sin problema con Visa en los comercios.
Fagrifoss |
Vik |
Una de las cosas que quería experimentar era el Sol de Medianoche pues tuve la oportunidad de viajar al Artic Circle hace unos años en el mes de Diciembre con lo que la relación se invertía, es decir, la totalidad del día era de noche, salvo un pequeño lapso de tiempo (un par de horas a lo más) en el que clareaba. La sensación de estar de día durante 20 horas ha sido fascinante, incluso sobre las once o doce que había que dormir, costaba trabajo puesto que había luz y teníamos que cerrar las persianas. A las tres de la mañana ya había salido el sol de nuevo. Parecía que te daba tiempo a hacer mil cosas pero había que descansar a pesar de la luminosidad.
Las piernas cansadas con el paso de los días y una tendinitis en la rodilla que me acompañó a partir del tercer día y que en las subidas me apretaba. Los dedos de las manos a veces sin sensibilidad del frío en las bajadas, incluso con guantes de invierno. La cabeza muy abrigada pues cuando soplaba el viento lo hacía frío (sobre todo al cruzar los glaciares).
Nos hemos encontrado pocos cicloturistas y los que nos hemos cruzado hacían el recorrido en sentido inverso. Una pareja de italianos nos ayudó a ajustar las zapatas de freno en Vik y rodamos con un islandés durante unos kilómetros camino de Höfn. También vimos ciclistas españoles.
Fjällsárlón |
Si tuviera que elegir una palabra para definir lo que he experimentado, además de "espectacular" que ya la he utilizado bastante, elegiría "contraste". Es lo que hemos encontrado, a un lado hielo y al otro el mar, campos extensos de lava y praderas verdes, frío y calor, volcanes y nieve, tierra negra y aguas azules, en fin, un colorido fantástico. Me llamaba mucho la atención mirar al suelo y ver piedras porosas, de orígen volcánico, negras y rojas, por todos lados. Y una vegetación musgosa, extraña pero atrayente.
También hemos tenido que cruzar ríos para acceder a lugares de interés y pasar un túnel cerca de Statafell y muchísimos puentes de madera con una malla metálica encima que, cuando pasaba la bici, hacía un sonido parecido al de los trenes (tac-tac, tac-tac...). Muchos vehículos 4x4 con ruedas enormes (el de la foto se queda corto jajaja).
Campo de lava
Los últimos días apurando al máximo y tratando de disfrutar de todo lo que se presentaba: Mödrudalur, Dettifoss (hicimos noche en esta impresionante cascada), Selfoss, fumarolas, barro hirviendo, baño en aguas termales, Lago Myvatn. El penúltimo día hicimos noche en un camping en Laugar para, a la mañana siguiente llegar a Akureyri, segunda población en importancia del país, preciosa y donde yo acabé la aventura. Para culminar, un paseo en barco en busca de las ballenas en Húsavik donde pudimos ver bastantes, además de delfines y los famosos frailecillos. Buen final para tan fantástico viaje.
Dettifoss |
Húsavik |
Ya en Reykjavik tuve la oportunidad de "callejear" con la bici y comprar algunos recuerdos. Sólo me quedaba empaquetar la bici y tomar el avión a las 6.30 am.
Hallgrimskirkja |
Una vez en España (Alicante), lo primero que noté fué el tremendo calor o igual era el frío que hacía allí jajaja. Pero feliz de haber hecho el viaje. En la estación de autobuses de Alicante tuve quizá el único contratiempo del viaje con la conductora del bus a Granada que, billete en mano, se negó a meter la bici (embalada) en el maletero por no estar facturada. En fin, nada de importancia.
Bueno, pues que disfrutéis mucho, mucho con la bici. Un saludo.
Francisco Javier Ochando Ruiz